
Fuente: El País
El agua es el elemento más fundamental para la vida y está vinculado directamente con la salud de las personas.
Poder controlar y gestionar este recurso tan importante es una estrategia imprescindible para conseguir muchos de los objetivos planteados en la Agenda 2030.
Dirán que su gestión sostenible y eficiente es la garantía para que todas las personas del mundo puedan disfrutar de este bien natural, pero de nuevo, esto solo será posible si son ellos los que llevan a cabo esta gestión y distribución y de paso, se enriquecen con ello.
– Creando una sensación de escasez de agua, a veces de forma artificial, como consecuencia del cambio climático o de la superpoblación.
– Promoviendo legislaciones que modifiquen las reservas de agua de los países para acrecentar esta escasez de agua.
– Promoviendo la gestión privada de los recursos acuíferos.
– Promoviendo la construcción y uso de desaladoras que tienen un gran impacto medioambiental.
– Promoviendo el consumo de agua regenerada.